lunes, 14 de junio de 2010

Los Maras - Origen

Todos conocemos acerca de los maras, en especial de la Mara Salvatruchas que opera en El Salvador, y en este momento tienen un poder muy significativo. Estas pandillas se han visto caracterizadas por la marginalidad, la violencia, delincuencia y supervivencia. Sabemos todo esto de ellos, pero ¿sabemos realmente de donde vienen? ¿Sabemos por qué existen las Maras? ¿Sabemos qué los impulsa a integrarse a las Maras? ¿Son origen de la marginalidad o la exclusión social? ¿Son contracultura o subcultura?

Tratemos de responder estas interrogantes y comprobar qué tanto sabemos acerca de las Maras:

Mara es el término con el que se conoce a grupos de delincuentes juveniles en Centroamérica, México, Estados Unidos, originados por el retorno a Centroamérica de enormes cantidades de emigrantes deportados por delincuencia desde Estado Unidos.

Las maras son pandillas juveniles cuyo origen se remonta a finales de la década de los sesenta en Estados Unidos, cuando en la ciudad de los Ángeles surge la Wonder 13, que era liderada por un inmigrante salvadoreño conocido como el “Flaco Stoner”. Por muchos años fue requisito para ingresar a estos grupos ser de nacionalidad salvadoreña, y fueron ellos quienes se denominaron a sí mismos “maras”. La mayoría de estos jóvenes, con o sin sus familias, se establecieron en hogares pobres en los suburbios de la ciudad de los Ángeles y salieron de su país por diversas razones, entre ellas la inestabilidad política, pues entonces el Salvador vivía una intensa Guerra Civil, sumada a la falta de oportunidades, de estudio y trabajo. Unos pocos de los requisitos para entrar en la Mara son los siguientes:

-Ser parte de una mara obliga al integrante a tener, por sobre todas las cosas, lealtad a su grupo. Para poder ingresar se necesita participar en ciertos ritos de iniciación, entre los que se incluyen: sustentar una pelea de dos bandos, aspirantes contra miembros; soportar por lo menos quince minutos de patadas, tatuarse las siglas de su mara en la parte superior del cuerpo; es decir, donde sean visibles, aprender el código oral y el lenguaje de señas —secreto— para identificarse y comunicarse entre sí.

-Dependiendo la pandilla, es probable que las mujeres, además de pasar por algunos de los ritos ya mencionados, deban sostener relaciones sexuales con uno o varios de los miembros. Es común también que para demostrar la lealtad al barrio, deba matarse a un integrante de una mara contraria; cada muerte debe quedar impresa en el cuerpo con un tatuaje.



-Cabe mencionar que existen algunos grupos donde no se practican ritos de iniciación, sino que el ingreso de un nuevo miembro se da a partir del conocimiento, la confianza y la convivencia; pero estas asociaciones se caracterizan por un alto grado de violencia contra los otros, a quienes se considera “enemigos”. Además, una vez que se ha entrado a una mara resulta muy difícil salir de ella.

Se dice que las maras son el resultado de la exclusión social, son personas que han vivido en los más altos niveles de pobreza. Ahora caemos en la interrogante de por qué surgen estos grupos excluidos. Ellos se logran identificar en sí debido a que han tenido que vivir de una manera similar, con las mismas condiciones de vida, entonces los Maras son el único grupo en el cual se sienten aceptados y no excluidos.

TATUAJES:

Para la mayoría de los mareros, los tatuajes son marcas referidas a hitos en su vida como pandillero, desde una separación amorosa, hasta los asesinatos cometidos, la muerte de un amigo, o el dolor causado a su madre: “Perdóname madre mía por mi vida loca”. Pero para todos, el tatuaje significa por sobre todas las razones, pertenencia. Con el tatuaje el cuerpo es una construcción identitaria. Es un signo entre el ser y el parecer, que le otorga prestigio, más allá del valor artístico que en muchos de los casos puedan tener, pero fundamentalmente se enorgullecen por el temor que infunden sus cuerpos grabados. Las dos Maras difieren de sus tatuajes, pero hay uno que se registra en ambas y es una el de la iniciación: “los tres puntos locos”, en forma de pirámide, el hoyo (la tumba), el hospital y el bote (la cárcel), puntos, que sin duda, conocerán oportunamente. A partir de aquel tatuaje iniciático, el resto deberá ser ganado a base de compromiso con su mara. En las pandillas no existe libertad para tatuarse, y los que sigan depende del arrojo en la pelea o el haber eliminado un policía o a un integrante de la mara rival. Los tatuajes distinguen también el grado o cargo que se pudiera tener en la organización. En la S-18 los novatos pueden a tatuarse el pecho y los brazos, en la Salvatrucha la espalda y el cuello, en ambas sólo los jefes pueden hacerlos en cara y cabeza. Si bien cada tatuaje tiene un significado, este puede cambiar por la historia personal de quien lo lleva. Las lágrimas jamás se graban sobre un objeto, debe ser la cara y de tamaño natural. Este tatuaje predomina en las mujeres y se realizan como lamento por la muerte de un Hommi (compañero de la mara) o un ser querido. Es la manera de guardar luto por siempre.

Ya debemos tener una idea general de qué es una Mara, ahora tratemos responder las preguntas antes planteadas, de ellas la más importante, al menos para nosotros, es acerca de su origen.

Aquí un video de un documental de Discovery Channel: http://www.youtube.com/watch?v=k55NrIu2wbk&feature=related